Una madre testificó cómo oraba incesantemente por la vida de su hijo quien estaba involucrado en robos, adicciones y tráfico de drogas hasta que finalmente Jesucristo respondió a su oración y lo rescató.
Donna comunicó que el divorcio con el padre de Jed afectó mucho al muchacho. Jet de nueve años se sintió culpable por el fracaso de la relación de sus padres. La madre dijo que el niño sufría mucho, lloraba constantemente y que ella trataba de consolarlo.
“Vi a un niño que estaba devastado. Llorando y llorando. Y, por supuesto, estuve allí abrazándolo llorando a su lado. Oraba al Señor pidiendo que lo ayudara, simplemente clamaba por dirección en ese asunto”, señalo
Con el tiempo Jet se convirtió en un niño enojado y un hijo rebelde, atacaba a su madre y era desobediente contra cualquiera que intentara ejercer autoridad sobre él. Empezó a salir con otros chicos que cometían delitos, y desde entonces ha tenido problemas con la Policía.
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A los 18 años, Jet ya consumía drogas, robaba y traficaba. Los delitos empezaron a agravarse y en los años siguientes fue arrestado por las autoridades, ingresado en hogares de recuperación y sometido a tratamiento para su rehabilitación.
Mientras insistía en vivir de acuerdo con sus propias reglas, la madre de Jed oraba constantemente para que Dios salvara a su hijo. “Estaba orando constantemente.
Lloraba, lloraba y lloraba. Y clamando al Señor que salve a mi hijo. Un niño que nunca, nunca pensé, que estaría en ese camino”, dijo.
Cada vez que Jed iba a la cárcel, su madre oraba por él. “Recuerdo haberlo escuchado muchas veces diciendo que me callara. Me decía que no quería escucharme”, dijo la mujer.
Conforme a un informe compartido por el programa de televisión “The 700 Club”, hubo momentos en que Donna pensó en dejar de orar, que sus esperanzas se desvanecieron. Ella dice que estaba esperando la llamada donde le dirían que su hijo murió después de otro crimen.
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Y estaría planeando tu funeral. Esto da mucho miedo como madre”, agregó. Sin embargo, ella continuó orando y acercándose a él. Hasta que un día, Jed la llamó y le dijo: “Dejé de vivir así”. Entonces, lo que sucedió después cambió la vida de Jed para siempre. ¡Se encontró con Dios por primera vez!
Fuente: Acontecercristiano