Agnóstico desafía la existencia de Dios hasta que lo ve en un sueño

El hombre ademas dudaba de la existencia de Dios, incluso lanzó un desafío: “Dios, si existes, pruébalo”. Y fue eso lo que pasó, el Señor se reveló a él a través de un sueño, desde entonces, su vida cambió completamente.

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El hombre ademas dudaba de la existencia de Dios, incluso lanzó un desafío: “Dios, si existes, pruébalo”. Y fue eso lo que pasó, el Señor se reveló a él a través de un sueño, desde entonces, su vida cambió completamente.

Adán era un hombre que dudaba de la existencia de Dios. Como hijo único creció escuchando los reproches de sus propios padres: “¡Ojalá no hubieras nacido!”. El sentimiento de rechazo se convirtió en rebelión.

Cuando era adolescente, fumaba cigarrillos y marihuana, además de no querer ir a la universidad, todo para lastimar a sus padres. Más tarde, cuando ya fue mayor, conoció a Lexi, con quien pronto se comprometió y se casó. Se puso a trabajar en el negocio familiar de su esposa por invitación de su suegra, Carrie.

Con el paso del tiempo, Adán se dio cuenta de que la familia de Lexi tenía problemas similares a los suyos. Como resultado, sus suegros se enfrentaron a un divorcio doloroso. “Empecé a trabajar cada vez más en el negocio familiar debido al agotamiento de mi suegra”, dijo Adán al Club 700.

El dolor de la separación llevó a Carrie a Jesús y afectó completamente su vida. Incluso cambió el nombre de la empresa familiar, que operaba desde hacía 25 años: AMTC, que significa “Actores, Modelos y Talento para Cristo”.

“Fue un cambio enorme”, recuerda Adán. “No lo entendí, pero lo respeté”.
Desafiando a Dios.

“Vi a este hombre, me di cuenta de que tenía barba y parecía grande. Empecé a tener la sensación de que este hombre merecía respeto y cuando me acerqué a él, abrió los brazos y caí en sus brazos”, relató Adán.

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Fue por la mañana, a esos de la 7 am del 19 de octubre de 2008, que Adán entregó su vida a Jesús.

“Dios sabía exactamente lo que necesitaba”, dijo Adán. “Habiendo experimentado el amor, la gracia, el perdón, la misericordia de Jesucristo y vivido esa entrega a Dios, todo cambió para mí”.

Para aquellos que tienen dudas sobre algo, Adán aconseja: “Haz lo que hice. Pídale a Dios que se revele a sí mismo. Sea sincero en su corazón”

Fuente: Siervodedios