Mientras que algunas personas bajan sus brazos ante circunstancias difíciles, otras transforman estos desafíos en aprendizaje, motivados para cambiar la vida de otras personas que experimentan dificultades parecidas. Este es el caso de un hombre llamado Armando Salazar, quien, incluso desahuciado por los médicos, eligió confiar en Dios.
Armando Salazar ha pasado por muchas dificultades en su vida. Debido a una enfermedad, tuvieron que amputarle partes de sus piernas. Hace unos años, también sufrió un ataque cardíaco que terminó afectando su corazón, algo que, según los médicos, lo dejaría con los días de vida contados.
“Me dijeron:‘Sr. Salazar, no tiene ninguna oportunidad de vivir. Necesitas un trasplante de corazón’”, recuerda Salazar. Sin embargo, los años pasaron y en marzo de ese año, Salazar tuvo otro ataque cardíaco.
Salazar estaba cocinando en el momento que sufrió el ataque. Fue rescatado por los médicos y llevado urgentemente al hospital, pero en coma. Los médicos dijeron que Salazar podría morir dentro de las 24 horas debido a su grave estado de salud.
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No obstante, luego de varios dias en coma, Salazar se despertó sin secuelas, en contra de todo pronóstico médico. “Decían: ‘Estará en estado vegetativo'”, dijo Gracie, su esposa. “Y yo dije:‘ No; el va a quedar bien. Él está en manos de Dios.
Además, después de tres meses de su paro cardíaco casi fatal, Salazars está completamente recuperado del coma y está más dispuesto. A diferencia de antes, ahora Salazar planea fortalecerse para caminar con la ayuda de prótesis y experimentar los buenos momentos con su esposa e hijo.
“Le pedí a Dios que me enviara a alguien que me quisiera como era, porque me sentía deformado”, dijo Salazar, refiriéndose a su esposa. “Y Dios la trajo a mi vida, lo que me dio muchas esperanzas”.
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Lo que alguna vez fue motivo de incertidumbre ahora es motivo de alegría y testimonio: “Quiero que la gente sepa: no importa lo que traiga la vida, debes entender que Dios nos ama”, concluyó Salazar.