Un antiguo monje budista lidera un avivamiento cristiano en el Tíbet luego de encontrar a Jesús en medio del sufrimiento tras un terremoto.
Tíbet — Un hecho sin precedentes sacude espiritualmente a una de las regiones más cerradas al Evangelio. Un ex monje budista tibetano ha sido el instrumento clave para que más de 200.000 personas se entregaran a Jesucristo en el lapso de un año, según informes de líderes cristianos en la región.
El comienzo de esta transformación ocurrió tras un devastador terremoto que golpeó el Tíbet. En medio de la tragedia, un grupo de cristianos llegó con ayuda humanitaria y palabras de esperanza. Su amor y servicio desinteresado impactaron profundamente a un monje local, quien conmovido por el testimonio cristiano, decidió abandonar el budismo y entregar su vida a Cristo.
A partir de su conversión, este hombre —ahora pastor— comenzó a predicar el Evangelio con fervor. Su testimonio pronto tocó los corazones de otros 62 monjes budistas, que también decidieron seguir a Jesús. La semilla sembrada en medio del dolor produjo fruto abundante: comunidades enteras comenzaron a responder al mensaje de salvación.
“El amor de Cristo abrió una puerta que la religión no podía”, testificó uno de los misioneros involucrados. Lo que comenzó como una respuesta individual se convirtió en un avivamiento masivo en tierras donde el cristianismo ha sido históricamente perseguido y marginado.
Líderes cristianos piden oración por protección y sabiduría ante el rápido crecimiento del número de creyentes en el Tíbet. En medio de desafíos culturales y espirituales, la luz del Evangelio continúa avanzando con poder.
“El terremoto sacudió la tierra, pero fue el amor de Cristo lo que sacudió nuestros corazones”, afirmó uno de los nuevos convertidos.