El actor protagoniza La Resurrección de Cristo, secuela de La Pasión, preparándose con oración, ayuno y un sentido de misión divina.

EE. UU. — Veinte años después de impactar al mundo con La Pasión de Cristo (2004), el actor Jim Caviezel regresa al cine para interpretar nuevamente a Jesús en La Resurrección de Cristo, bajo la dirección de Mel Gibson. Esta vez, su compromiso va más allá del arte: se trata, según sus propias palabras, de una batalla espiritual.

Caviezel, de 56 años, asegura que esta película es un llamado de Dios y no simplemente un papel. “No voy a interpretar a Jesús; necesito que Él me interprete a mí”, expresó, señalando que su preparación incluye ayuno, oración y la lectura de la obra Cartas del diablo a su sobrino, de C. S. Lewis.

El actor no olvida las dificultades vividas en la primera producción, donde sufrió hipotermia, dislocaciones, y hasta fue alcanzado por un rayo durante la crucifixión. “Salí de mi cuerpo… y volvería a hacerlo”, afirmó, reconociendo el sufrimiento como parte de su entrega al mensaje que encarna.

Pese al rechazo de sectores de la industria cinematográfica, Caviezel se mantiene firme en su fe. “La Palabra de Dios tiene miles de años; mi industria, apenas cien. ¿A cuál le voy a ser fiel?”, cuestionó.

El actor ve en esta película una herramienta para despertar espiritualmente a una generación dormida. “No es tiempo de entretener. Es tiempo de transformación. Compartir a Cristo no es una opción, es un mandato”, concluyó.

La producción genera altas expectativas, no solo por su contenido, sino por el fervor espiritual que acompaña su desarrollo.