«Científicos descubren que el hombre está hecho de barro: Revelación respalda relato bíblico».
Nuevo estudio científico refuerza la afirmación bíblica de que el hombre fue formado del barro.
Un reciente hallazgo científico ha captado la atención del mundo cristiano al descubrir que la arcilla natural posee los elementos esenciales para la formación del ADN, coincidiendo con lo que afirma la Biblia en pasajes como Job 33:6: “De barro fui yo también formado”.
Investigadores lograron sintetizar proteínas fundamentales para la vida utilizando hidrogeles —materiales similares a la arcilla— que contenían aminoácidos y componentes celulares en condiciones similares a las de la Tierra primitiva. Esta capacidad de la arcilla para facilitar la formación de estructuras biológicas ha llevado a algunos expertos a considerar que el origen de la vida podría estar vinculado directamente a este material.
Desde una perspectiva cristiana, este descubrimiento no es casualidad, sino una confirmación más de la veracidad de las Escrituras. Génesis 2:7 ya declaraba que “Dios formó al hombre del polvo de la tierra”, una verdad revelada miles de años antes de que la ciencia comenzara a explorar sus implicaciones.
Este tipo de hallazgos evidencia que la fe y la ciencia no tienen por qué estar en conflicto, sino que, bien entendidas, pueden converger en la verdad de un diseño divino que sustenta toda la creación.