El guitarrista de Korn, Brian «Head» Welch, reafirmó su entrega a Cristo al ser bautizado en el río Jordán. Tras años de luchar contra la adicción, encontró en Jesús la verdadera libertad y, en un giro inesperado, dejó la banda para consagrar su vida y su música a Dios.

Lo que para muchos parecía una decisión absurda, para Welch significó un renacimiento:

“No hay nueva vida sin antes pasar por la m3-rt3”, expresó, destacando la profunda transformación que experimentó.

Su testimonio sigue tocando corazones, demostrando el poder restaurador de Cristo.

 “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.” – 2 Corintios 5:17

Este renacimiento espiritual se ha convertido en una poderosa inspiración para muchos, mostrando que nadie está demasiado lejos para ser alcanzado por la gracia de Dios.