Mehdi, descendiente de la familia real de Marruecos, abandona sus privilegios para seguir a Cristo tras un estudio académico en una universidad islámica.

Rabat, Marruecos — Lo que comenzó como un ejercicio académico terminó transformando radicalmente la vida de Mehdi, miembro de la familia real marroquí. Mientras cursaba estudios de teología islámica en una universidad de Rabat, Mehdi fue asignado a realizar una comparación entre el Corán y la Biblia, lo que lo llevó a un inesperado descubrimiento de fe.

Según relató, fue al leer el Evangelio de Lucas cuando experimentó un profundo encuentro con Jesucristo, el cual describe como una obra directa del Espíritu Santo. “No fue una decisión racional ni intelectual. Fue algo que ocurrió en lo más profundo de mi ser”, afirmó el joven, cuya identidad completa se mantiene reservada por motivos de seguridad.

Desde su conversión, Mehdi tomó la decisión de renunciar a sus derechos y beneficios como parte de la familia real para dedicarse a la predicación del Evangelio. Actualmente viaja por distintos países testificando sobre su transformación espiritual. “Dios me sacó de la oscuridad y me permitió ver la luz. No porque Él me necesite, sino porque me ha dado el privilegio de participar en Su obra”, declaró.

La historia de Mehdi resalta cómo la Palabra de Dios sigue transformando vidas en contextos donde el cristianismo es minoritario o incluso perseguido. Su caso ha llamado la atención tanto dentro como fuera del mundo islámico, y se suma a una creciente cantidad de testimonios de conversión en regiones tradicionalmente musulmanas.