Sudán.- La semana pasada, un evangelista fue arrestado mientras realizaba un servicio al aire libre en la ciudad de Ad-Damazin, en el estado de Nilo Azul.
Conforme al informe compartido por el sitio Morning Star News, Yousif Ayoub Hussein Ali, líder de una iglesia local, fue detenido por las autoridades acusado de incitar a la intolerancia religiosa y compartir el Evangelio con los musulmanes, aunque predicar no es un delito en el país.
Según una fuente local, los musulmanes de la zona tenían miedo de que la predicación del evangelista convirtiera a sus hijos.
Los cristianos en Sudán, particularmente en Darfur, se enfrentan a una creciente persecución por parte de los musulmanes.
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A principio del año pasado, otro evangelista se escondió después de ser blanco de intentos de ataques extremistas por parte de familiares islámicos en el estado de Darfur del Norte. Ahmad Adam Mohamad, de 49 años, pide ayuda para huir a un lugar seguro y protegerse de la persecución. El mes pasado, un pastor y otros tres cristianos fueron asesinados a tiros por extremistas islamistas en un hotel en Kadugli, en el estado de Kordofán del Sur.
Tras dos años de avances en la libertad religiosa en Sudán con el fin de la dictadura islámica en 2019, las autoridades han vuelto a perseguir a los cristianos desde el golpe militar de 2021.
Según Christian Solidarity Worldwide, las autoridades amenazaron a los líderes de la iglesia que vivían en campamentos de desplazados internos, diciendo que serían acusados de apostasía si continuaban reuniéndose para orar.
Antes y después del golpe militar del año pasado, los seguidores de Jesús continuaron siendo perseguidos. Sudán se mantuvo en el número 10 en la Lista de persecución de 2023 de Open Doors Mission de los países más difíciles para ser cristiano.
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La Unión General de Jóvenes Cristianos de Sudán condenó el arresto injusto de Yousif, señalando que se trata de una violación de los derechos religiosos, y pidió la liberación inmediata del líder. El grupo afirmó que “condena este comportamiento poco ético que no está de acuerdo con los tratados internacionales”. La situación actual en Sudán es preocupante para los líderes cristianos, que corren peligro. La comunidad internacional debe observar de cerca la persecución religiosa en el país para garantizar la protección de los derechos religiosos de los cristianos sudaneses.