Uganda .- Presos que no saben leer están aprendiendo las enseñanzas de la Biblia en prisiones de Uganda, por medio de la Biblia en audio, que está llegando a los centros penitenciarios gracias a un proyecto que busca alcanzar a los analfabetos con la palabra de Dios.
El trabajo de la Sociedad Bíblica está facilitando el acceso de la Biblia a las cárceles del país africano, que pueden llegar a unos 60,000 reclusos, la gran mayoría de los cuales son analfabetos.
Además del analfabetismo, que se puede superar con la palabra de Dios en audio, se espera que los mensajes bíblicos alivien el trauma y suavicen la agresión local.
La Sociedad Bíblica de Uganda dice que espera un poderoso avivamiento a través de la Biblia en audio en dispositivos llamados “Proclamadores”, por el cual la palabra de Dios entra en las celdas de la prisión para transformar vidas.
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La Sociedad Bíblica publicó recientemente una declaración diciendo que antes estaban desinteresados en Dios, “los presos en los centros de detención en el país ahora se reconcilian con su Padre celestial a través de la Biblia hablada traducida al idioma local”.
“Antes eran rebeldes, pero ahora los prisioneros se reúnen con sus familias. Antes eran violentos, pero ahora están llamados a compartir la paz de Cristo con sus comunidades”, dijo el comunicado.
La SBU habló con una reclusa (nombre oculto para proteger la identidad) en la Prisión de Máxima Seguridad de Luzira. Desde su infancia, se rebeló contra sus padres. La reclusa se fue de casa y se casó cuando sólo tenía 17 años. Durante gran parte de su vida, dijo, ella era una mujer de temperamento agresivo y buscapleitos
La mujer está sentenciada a 18 años de prisión por haber matado a su esposo sin querer, tras una discusión. Mientras estaba recluida, descubrió que muchos internos escuchaban Biblias en audio. Como las cárceles son pequeñas, escuchaba la Biblia en audio de su compañera de celda en su idioma.
“Un sábado por la noche escuché la historia del hijo pródigo en Lucas 15”, recordó. “Lloré amargamente y pensé: ‘Soy la hija pródiga'”.
Ahora está reconciliada con sus padres. En lugar de pelear, ella guía a sus hermanos menores y los alienta a buscar la paz en el hogar.
“Tengo una fuerte convicción de enseñarles a mis hermanos a obedecer y amar a nuestros padres para que no terminen como yo”, subrayó.
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Transformada por las palabras de Cristo, espera compartir la paz de Dios con muchos más allá de su propio hogar. “Mi oración es que Dios me ayude a predicar como Juan el Bautista, que bautizó a muchas personas”, dijo a la Sociedad Bíblica.