Misionera construyó iglesia y todo un pueblo se convirtió a Cristo en Alaska

EE.UU.- Una misionera llegó un pueblo remoto de Alaska, donde pasó varios años predicando la Palabra de Dios, logrando que todos los habitantes se conviertan a Cristo.

0
1270

EE.UU.- Una misionera llegó un pueblo remoto de Alaska, donde pasó varios años predicando la Palabra de Dios, logrando que todos los habitantes se conviertan a Cristo.

La historia de Alice Green, es un ejemplo del amor por los perdidos. Originaria de Denver comenzó a trabajar como misionera presbiteriana desde muy joven en Alaska, pasando 72 años compartiendo el Evangelio.

Al inicio de su labor misionera, sirvió a las congregaciones presbiterianas compuestas principalmente por nativos de Alaska y coreanos, en Anchorage. También trabajó en el centro médico como capellán.

Tal vez el mayor impacto que tuvo fue en Savoonga, una de las aldeas más pequeñas y remotas de la isla San Lorenzo, Alaska, de acuerdo con CBN News.

– Ad –

Green vivía en una casa de 4 por 5 metros cuadrados. Tuvo que usar un trineo y perros para viajar y compartir el Evangelio. También predicó en funerales y organizó juegos para los niños de la aldea en su casa. Logró construir una iglesia en el pueblo y los 250 aldeanos entregaron su vida a Cristo.

Jenny Alowa asistió de niña. Ella dice que Green era una mujer muy cercana a la comunidad.

“Ella nos formó y era parte de nosotros. No había una línea de color ni nada. Porque su corazón estaba en el lugar correcto”, dijo Alowa en una entrevista.

Green dijo que la vida allí era simple pero buena. Ella dice que la gente allí se valoraba mucho. “La razón por la que me gustó tanto fue porque eran personas muy buenas”, señaló.

Finalmente tuvo que retirarse y abandonó el pueblo en 1982 cuando ella cumplió 65 años.

ÚNETE A NUESTRO GRUPO DE TELEGRAM PARA MANETER INFORMADA A LA COMUNIDAD CRISTIANA EVANGELICA.

Ella siguió sirviendo incluso después. Dirigió los estudios bíblicos en una iglesia local y no se detuvo hasta hace dos años, cuando su visión comenzó a fallar. Green desde entonces ha hecho de su campo de misión su hogar. Ella vive en Anchorage, Alaska.

Franklin Graham comentó la historia de la misionera y dijo: “Hacer una diferencia en la vida de una sola persona es significativo”. Nuestras vidas tienen significado y propósito.

Algunos pueden pensar que esto significa impactar miles de vidas o ser conocido por muchos, pero eso no es cierto”, subrqayó.

Fuente: Acontecercristiano